Gua

La Colección Gua está formada por una pieza de revestimiento cerámico que genera un pattern inspirado en el juego infantil de las canicas, donde el objetivo era introducir tu canica en el hoyo final, el Gua. Este estaba realizado presionando con el pulgar sobre la arena. No hay dos guas iguales por su carácter manual.

Esta colección está diseñada por el estudio de Nacho Timón, enfocado al diseño y desarrollo industrial de todo tipo de productos con más de 15 años de trayectoria y numerosos reconocimientos a sus espaldas.

Esta colección está formada por una pieza con relieve de 20 x 20 cm.

Para lograr una buena adhesión a la superficie de colocación hay que descubrir su superficie inicial y firme, para lo cual será necesario proceder a una limpieza exhaustiva, ya que la existencia polvo y de restos de materiales, condicionará la correcta adherencia del soporte con el paramento.

Los morteros cola ven reducidas sus prestaciones a partir de los 5 mm de espesor, es por ello que no permite corregir los desniveles del paramento con exceso de adhesivo, por lo que resulta esencial disponer de superficies perfectamente planas. Deberá utilizarse un material de agarre adecuado al tipo de cerámica a colocar con adecuada elasticidad y altas prestaciones técnicas, mecánicas y químicas.

Para la limpieza final del recubrimiento se aconseja utilizar productos compatibles con la resistencia química de las piezas, así como evitar el uso de detergentes sólidos con partículas abrasivas o soluciones que contengan ácido fluorhídrico, pues este ácido ataca el esmalte y produce daños irreparables en la cerámica.

En caso de producirse manchas que no puedan ser totalmente eliminadas con un detergente convencional y que requieran la utilización de disolventes o limpiadores específicos, se recomienda consultar previamente la clase de resistencia química de la pieza. Se aconseja no utilizar ceras, aceites o productos similares.

En zonas húmedas sanitarias se recomienda el rejunte a “Junta hundida” para resaltar la forma original de la pieza. La junta se debe realizar de 1,5 mm con un fleje o cruceta.

El rejunte se ejecuta sin llenar la junta hasta la superficie para respetar el canto de la pieza de estilo manual. A la hora de retirar el rejunte, presionar con la esponja vaciando la capa superior de la junta para conseguir este efecto “hundido” que respeta la belleza y las formas naturales del canto de la pieza.

En las zonas secas, con el objetivo de descontextualizar la cerámica que sale de su uso funcional en zonas húmedas y convertirla en protagonista de los espacios principales a la vez que mantenemos la pureza de su forma y diseño se recomienda la junta de 1 mm con cruceta y sin rejunte.